¿Cómo manejar la resistencia a los cuidadores por las personas mayores?
Es normal que nuestros padres ofrezcan resistencia a la ayuda de un tercero porque es un extraño y no lo conocen. Pueden ser diversos los motivos que generen este rechazo:
- La pérdida de salud física o mental por alguna enfermedad
- Pérdida de la pareja
- Reducción de su independencia
Aceptar la ayuda así sin más les puede repercutir de manera negativa en su vida y esto es lo que genera ese conflicto. Pueden sentirse asustados, vulnerables o enojados por ser considerados como una carga. También puede darse el caso de que sean tercos y sentir esto como una señal de debilidad o por el costo que supone traer una persona que se haga cargo de ellos.
¿Cómo podemos hacerles entender que es una necesidad para ellos?
Traer un cuidador a domicilio no es fácil para ninguna de las dos partes, pero si es cierto que hay momentos donde es la única solución posible antes que ingresarlos a un geriátrico. Por ello debemos hacerles entender el por que de esta decisión:
- Explicarles honestamente que necesitan una ayuda en el hogar ante las limitaciones que se les pueden ir presentando, no necesariamente debido a una enfermedad
- Elegir el mejor momento del día para tener esta charla
- Preguntarle que prefiere, si un familiar o un cuidador profesional y evaluar ambas posibilidades
- Intentar esta conversación varias veces si encontramos resistencia
¿Qué podemos hacer para persuadir a nuestros padres sobre un cuidador a domicilio?
Para poder zanjar la negación por parte de nuestros padres al cuidado de una persona en casa es bueno destacarle los efectos positivos que tendría en su día a día:
- Describe el cuidado de forma positiva: Demuéstrales que no se trata de que ya no sea capaz de cuidar de si mismo, sino que es una ayuda para facilitar su día a día. No se trata de una persona cualquiera sino de un experto en el cuidado
- Explica tu situación: Los horarios del trabajo pueden ser una de las grandes trabas al momento de poder asistir a nuestros padres. Coméntales este aspecto y que no se trata de no querer sino de que tus horarios laborales no te permiten estar todo lo que te gustaría con ellos para darles una mano en lo que necesiten
- El costo no es un problema: Ellos pueden creer que es un gasto excesivo o innecesario, pero lo cierto es que no se trata del dinero sino de encontrar una ayuda para ambas partes
- Escucha su posición: No debemos céntranos en nuestra visión, sino escuchar también su posición al respecto. Sabemos que no es una decisión fácil pero si la meditamos y consensuamos con ellos seguro encontraremos una solución
Por último, hazle saber que no es algo definitivo ni permanente. Toda empresa que contratemos tendrá un periodo de prueba para ver si cumple con las expectativas de ellos y de nosotros.
El cuidado de nuestros padres no es una responsabilidad de nosotros, también de ellos. Incluyámoslos en toda decisión que los involucre para que sean parte de la solución y no del problema.