¿Cuáles son los cambios físicos en la tercera edad más notorios?
A medida que nos hacemos mayores nuestro cuerpo cambia, ya no es el mismo que cuando éramos jóvenes. Por ello suceden una serie de cambios físicos que afectan directamente a nuestro desempeño en nuestro entorno. Quizás a unos más y a otros menos, pero todos vemos como el rendimiento de nuestro cuerpo ya no es el mismo a medida que nos hacemos mayores.
Arrugas
La piel pierde su elasticidad y empiezan a aparecer arrugas alrededor de los ojos y en la frente. Esto es algo que preocupa sobre todo a las mujeres que utilizan cremas para para quitarlas. Pero no solo es el rostro, sino que el cuello también se ve afectado por el paso del tiempo, así como la manos.
Pecas
Aunque la aparición de pecas o manchas puede suceder a cualquier edad, al hacernos más grandes también pueden surgir en nuestro rostro u otras partes del cuerpo. Al igual que con las arrugas, también hay cremas para eliminar las manchas que traen los años en nuestra piel.
Estatura
Nuestra estatura también puede verse reducida con el paso del tiempo debido a la pérdida de calcio en los huesos o por distintas afecciones que pudiera surgir en los mismos.
Velocidad y coordinación corporal
La velocidad con la que nos desplazamos y la coordinación también sufren cambios con el paso de los años. Aunque podemos minimizar estos cambios manteniendo nuestro cuerpo activo con todo tipo de ejercicios acordes a nuestras capacidades.
Grasa corporal
También es normal ver incrementos en la grasa corporal, sobre todo el la región abdominal. También podemos disminuirla si, como en el caso anterior, mantenemos una actividad física constante.
Masa muscular
Mientras la grasa aumenta, la masa muscular se reduce con el tiempo. Y al igual que en los dos casos anteriores podemos mantener ciertos niveles haciendo ejercicios.
¿Cómo enfrentarse a estos cambios físicos?
Los cambios físicos tienen un fuerte impacto en el aspecto psicológico. Puede que la persona se sienta desanimada o insuficiente. Lo importante es hacerles notar que ninguno de estos cambios suponen un cambio radical en su vida, sino que son nuevos retos a los que nos podemos adaptar sin problemas para seguir llevando nuestra vida con normalidad.