¿Cuántas veces deberíamos visitar a nuestro padres en una residencia de ancianos?
Llevar a nuestros mayores a una residencia de ancianos puede responder a múltiples factores. Estos pueden deberse a problemas de salud que necesitan de una atención durante las 24 horas o porque se quedaron solos en su hogar por la muerte de uno de ellos. Es un gran cambio tanto para ellos como para el resto de los familiares. Por ello es importante visitarlos durante su estancia. ¿Pero cuántas veces deberíamos ir?
Las residencias tienen sus horarios
El primer punto que deberemos tener en cuenta son los horarios en los que podremos ir a visitarlos. Todo dependerá de la organización de cada residencia y de la salud de cada mayor en particular. No es lo mismo una persona que debe estar en cama y medicada o aquella que aún se encuentra en un estado de salud física y mental óptimo. Aunque suelen tener horarios bastante flexibles debemos consultar para ir en los horarios adecuados.
Las instalaciones de las residencias
La estructura edilicia de la residencia también es otro punto clave. ¿Podremos dirigirnos directamente a su habitación o cuentan con espacios exclusivos para las visitas familiares? Se encuentra dentro de la ciudad o está en lugares más alejados del centro.
Nuestros horarios
También debemos coordinar que horarios disponibles tenemos. Todos trabajamos y no tenemos los mismo horarios. Debemos plantear esto a los directivos de la residencia para, en todo caso, poder coordinar las visitas sin que esto conlleve mayores complicaciones para ambas partes y para nuestros mayores.
Organizar un cronograma
Con todos los puntos claros es momento de organizar que días podremos ir a visitarlos. Es muy importante mantener el contacto con ellos. Recordad que no están en su hogar y debemos hacerles saber que estamos con ellos en este momento para que no caigan en cuadros depresivos. Incluso, mantener las actividades fuera del hogar que realizaban si es posible antes de ingresar a la residencia.