Humanizar los cuidados hacia las personas mayores
¿Y por qué decimos esto?. Pues porque el avance de la medicina ha hecho que muchos puedan sobrevivir a ciertas enfermedades de las cuales antes solo podíamos esperar lo peor. Por ello es importante que humanicemos nuestra tarea entre las tres partes: paciente, familia y profesionales.
Paciente:
Este es el actor principal, ya que es en quien nos tenemos que centrar. No es solo una persona a la que cuidar por una enfermedad o la avanzada edad, es un individuo como cualquier otro y tiene sus problemas más allá de medicamentos y tratamientos. Debemos hacerle sentir que no está solo, estamos aquí para acompañarlo y darle una mejor calidad de vida.
Familia:
Los familiares son una parte importante, todo lo que le afecte al paciente impactará en ellos directamente. Como familia debéis pensar que esa persona en algún momento fue quien los apoyó, les enseñó y les ayudó a ser las personas que sois hoy. Debemos devolverle con amor y cariño todo lo que nos dieron dentro de la medida de lo posible, ya sabemos que tenéis vuestro trabajo, obligaciones e hijos. Pero nunca olvidéis que a quien más necesitará un paciente es a vosotros.
Profesionales:
El cuidador está allí para ayudar como profesional, no como alguien a quien delegarle absolutamente todo. Los familiares deben ser también un soporte importante en este sentido para que la relación cuidador-paciente no se desborde. Además de la atención profesional, el cuidador también deberá empatizar con el paciente para lograr una buena conexión para ser un apoyo psicológico importante. No estáis allí solo para cuidar, estáis para acompañar y hacer la vida más llevadera.
Como veis, el universo del acompañamiento a personas mayores es un bloque de tres partes que están estrechamente conectadas.