¿Por qué ayudar a eliminar el tabaco a las personas mayores?
El tabaco es un problema de adicción, aunque esté socialmente aceptado. Millones de personas se inician en edades cada vez más tempranas, sumándose a los millones que fuman diariamente. Pero eso no es inocuo, ni inofensivo. Las pruebas científicas de los daños que hacen a lo largo del tiempo están a la orden del día. Sabemos que es difícil para una persona joven dejarlo, pero ayudar a una persona mayor a abandonar el cigarrillo será la diferencia entre una mejor o peor calidad de vida.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Según un estudio de la Oficina de Estadística Comunitaria (Eurostat), demuestran que más del 28% de los españoles fuma. Cada año fallecen cerca de 60.000 personas en nuestro país debido a las consecuencias de un hábito que poco tiene de saludable.
Entre las consecuencias directas del consumo de tabaco podemos encontrar tuberculosis, la depresión, la degeneración macular asociada a la edad, enfermedades cardiovasculares o pulmonares obstructivas crónicas (EPOC). Sin olvidar la posibilidad de padecer todo tipo de cáncer, principalmente de pulmón o boca, laringe, lengua, estómago o vejiga. Incluso podría aumentar el riesgo de demencia o Alzheimer.
¿Por qué ayudar a las personas mayores a dejar el tabaco?
Primero y principal porque la edad trae aparejada muchas afecciones que se potencian si nuestros mayores tienen un largo historial de fumadores. Las enfermedades respiratorias, como una simple gripe, cuesta que se curen rápidamente. Se potencian las posibles afecciones cardíacas pre existentes o causadas por el consumo de cigarrillo. Incluso una simple alergia estacional gana mayor fuerza. Recordad que estamos hablando de las vías respiratorias, el único medio por el cual obtenemos oxígeno y eliminamos el CO2 de nuestro organismo.
El abandono de este vicio reduce la dependencia física y psicológica de las personas mayores. Además de aumentar su esperanza de vida, reduciendo de 84% a 34% la mortalidad.