Síntomas y tratamiento de la fatiga crónica
Ahora toca el turno de determinar los síntomas y tratamientos de la fatiga crónica, aunque no es una enfermedad que afecte solo a las personas mayores como veremos a continuación.

Síntomas y tratamiento de la fatiga crónica

El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad neurológica grave y crónica que afecta a nuestras funciones motoras y no motoras. La misma no solo afecta a las personas mayores, sino que puede manifestarse en cualquier etapa de la vida. Afecta por igual a hombres y mujeres, incluso siendo pequeños. No existe mucha información al respecto, por lo que es necesario incentivar la investigación para conseguir un diagnóstico más pronto y preciso.

La fatiga crónica es un trastorno complejo que se caracteriza por un agotamiento extremo que no disminuye ni con el reposo y tiempo. Afecta a varios sistemas del cuerpo como el inmunológico o cardiovascular y puede empeorar con el ejercicio físico y mental.

La vida de un paciente con esta afección es complicada, ya que los expertos no comprenden la situación por la falta de información actual con respecto a esta enfermedad.

¿Cómo se diagnostica?

Como decíamos antes, la falta de información conlleva a dificultades para diagnosticar correctamente. Incluso no existen pruebas que determinen que es un trastorno neurológico.

La causa de esta enfermedad sigue siendo desconocida y los desencadenante pueden ser varios. Por ello, el médico debe realizar un examen exhaustivo:

  • Recaudar información sobre el historial de salud del paciente y el historial médico familiar
  • Condición actual del paciente, los síntomas y el tiempo de duración
  • Examen completo del estado físico y mental
  • Pruebas de sangre, orina y otras
  • Seguimiento evolutivo de los síntomas

Entre los indicadores que podemos marcar tenéis los siguientes:

  • Dificultades de concentración.
  • Pérdidas de memoria a corto plazo.
  • Faringitis.
  • Nódulos linfáticos sensibles (ganglios).
  • Dolor en articulaciones y músculos.
  • Dolor de cabeza intensa.
  • Sueño no reparador con descanso.
  • Malestar durante más de 24h después de haber realizado sobreesfuerzos.

Los factores de riesgos pueden ser la herencia genética, enfermedades como el lupus, hipotiroidismo, depresión, trastornos alimentarios o enfermedades psiquiátricas.

Cabe destacar que el 80% de los pacientes que sufren de esta enfermedad son diagnosticados con fibromalgia.

Esta enfermedad puede conllevar 3 grados:

  • Grado 1 o leve: La capacidad de actividad física y mental se reduce a la mitad
  • Grado 2 o moderado: La capacidad de actividad física y mental se sigue reduciendo y la vida en el domicilio se empieza a limitar
  • Grado 3 o grave: La persona tiene la sensación extrema de no poder moverse de la cama, sin poder hacer ni una mínima actividad continuada

¿Cuáles son los síntomas de la fatiga crónica?

Los síntomas de esta enfermedad son los siguientes:

  • Agotamiento severo, corporal y mental, durante un largo período indeterminado
  • Pérdidas de memoria a corto plazo
  • Falta de concentración
  • Cambios de comportamiento
  • Dolores de cabeza intensos, como la migraña
  • Falta de capacidad de análisis y toma de decisiones
  • Desorientación
  • Insomnio y sueño no reparador
  • Intolerancia a la actividad física y mental (malestar durante más de 24h después de haber realizado sobreesfuerzos)
  • Dolor en las articulaciones y músculos
  • Alteración de la tensión arterial
  • Nódulos linfáticos sensibles (ganglios)
  • Dolor de garganta, sensación de gripe y faringitis permanente
  • Mareos, vértigo y pérdidas de equilibrio
  • Reducción del flujo sanguíneo del cerebro
¿Cuál es su tratamiento?

No existe un tratamiento que cure esta enfermedad, pero si aquellos que permitan reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Hay que detectar cual de los síntomas es el que más complicaciones presentan para poder intentar contrarrestarlos.

Cabe destacar que el paciente debe tener en cuenta que no se ha curado de la enfermedad, por lo que debe estar al tanto de no sobrepasar sus límites físicos y mentales. Por ello es muy importante contar con el apoyo de la familia y del cuidador.

Además, estar atentos a los medicamentos que le sean recetados para que  estos no empeoren la situación general del paciente ante los efectos colaterales que podrían conllevar.

Como veis, pese a que no hay mucha información sobre esta enfermedad si podemos minimizar y controlar sus síntomas.

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