Síntomas y tratamiento de la fibromalgia
Antes de ahondar en el tema, repasemos un poco acerca de esta enfermedad para luego ir a por sus síntomas y tratamiento. Es una de las enfermedades reumáticas más frecuente y afecta casi al 3% de la población española. Se caracteriza por el dolor generalizado, fatiga y por contracturas musculares, sin necesidad de inflamaciones en el aparato locomotor. Afecta, principalmente, a los músculos y tendones del cuerpo, sobre todo, en los puntos sensibles del cuerpo.
Un 8% de los pacientes con fibromalgia suelen ser mal diagnosticados con fatiga crónica.
¿Cuáles son sus síntomas?
A medida que vamos envejeciendo nuestro cuerpo se va desgastando por naturaleza, pero si le sumamos alguna afección esto puede complicar la situación en las personas mayores. Ahora enumeraremos sus síntomas:
- Trastornos del sueño: Despertarse varias veces en la noche, dificultad para conciliar el sueño o cansancio durante el día como si no hubieran dormido. Esto se puede prestar a la confusión con la fatiga crónica
- Rigidez corporal: Esto se puede notar al levantarnos de la silla o por los cambios de temperatura. Hormigueos en el cuerpo y rechinar los dientes son señales claras
- Malestar abdominal y trastornos digestivos
- Aumento de la frecuencia al orinar e inflamación dolorosa de la pared de la vejiga (cristitis intersticial)
- Trastornos cognitivos y de memoria: Dificultar para concentrarse o tomar decisiones, así como pérdidas de memoria
- Depresión: Un paciente con estas dos patologías juntas debe ser tratado lo antes posible, ya que un estado depresivo puede complicar los síntomas de la fibromalgia
¿Cómo se trata esta patología?
Una vez diagnosticada esta enfermedad debemos actuar en consecuencia:
- Mantener una dieta saludable
- Ejercicios físicos: Entre las posibilidades podemos encontrar a los ejercicios de resistencia como correr, andar en bicicleta o simplemente caminar. Los ejercicios cardiovasculares también son útiles para estos pacientes pero bajo un control médico
- Terapia cognitiva y conductual: Con la ayuda del fisioterapeuta y el psicoterapeuta. La meditación el yoga pueden ayudar a reducir el estrés y el dolor
- Atentos a los medicamentos: Los médicos suelen recetar analgésicos como el paracetamol, pero estos pueden llevar a la adicción. Podemos sustituir los fármacos por acupuntura u osteopatía
- Antidepresivos tricíclicos: Estos ayudan a reducir el dolor, mejorar la calidad del sueño, eliminar la depresión y contribuyen a la calidad de vida en general
¿Cómo podemos contribuir los familiares y cuidadores?
Como veis, son múltiples los síntomas y el entorno familiar o cuidador debe conocer de la situación para saber como actuar ante este escenario difícil para la persona mayor. Esto conlleva a un cambio en la dinámica familiar y si no actuamos correctamente podemos llevar al paciente a un deterioro psicológico y físico aún mayor. Debemos escuchar al paciente pero no ser sobre protectores.
Aquí os compartimos algunos consejos:
- Informarse sobre la enfermedad
- Comprender que no se trata de un cansancio común. Es una fatiga crónica, física y mental
- No nos enojemos si rechazan ayuda o alguna actividad que les propongamos
- Dadles cariño y comprensión para que no se aíslen
- Comprenden sus lapsus y pérdidas de memoria, así como cuando no pueden concentrarse
- No los sobre protejas
Como veis, con simples acciones podemos ayudarles a tener una mejor calidad de vida.